Fortuna y el Volcán Arenal.



El volcán Arenal está situado en las provincias de Alajuela y Guanacaste, con una altura de 1.657 msnm. Cumplió su último período en actividad en el año 1968, el día 29 de julio a las 7.30. Desde esa fecha emite en forma constante gases y vapores de agua, con algunas explosiones con emisión de materiales piro clásticos y en ocasiones fuertes retumbos. Por esto y su frecuente actividad, hacen de este volcán el más activo de Costa Rica.
Antes del año 1968, se debatía si el volcán era siquiera uno ya que este nunca había brindado ninguna señal de actividad volcánica. Hasta se le llego a conocer como "Cerro Arenal", pero el 29 de julio de dicho año se dio una explosión que destruyó los pueblos de Tabacón y Pueblo Nuevo, mató unas 87 personas, y creó 3 cráteres.
La suerte nos acompañaba; A Marcela le salió un trabajo para llevar a una “gringa” al Parque Nacional del Volcán Arenal, así que aprovechamos el viaje y nos quedamos tres días por la zona. El único inconveniente era que coincidía el día y la hora con el España-Portugal….
Otra vez!!!??? Sin problemas, lo oímos por la radio y con suerte vemos la segunda parte.
Llegamos justo para ver el “golito” de Villa; desplegamos la bandera que Marce tenia y sacamos a relucir nuestra pasión futbolera. España estaba en cuartos!!!!!
Al día siguiente visitamos una poza donde jugaban y se bañaban los locales. Había una cuerda atada a un árbol que servía para hacer el Tarzán… lo pasamos genial.
Después de esto hicimos un tour guiado de 4 horas al volcán. Fue un poco fiasco; la caminata no fue muy larga, el volcán no erupcionó prácticamente y el guía era un payasete que no nos hacía mucha gracia. Lo mejor, y fue suficiente, fue ver un nido con un bebe colibrí y un grupo de monos aulladores.
A la mañana siguiente fuimos a un puente que unía dos ríos que pasaban junto a la carretera. Uno procedía del volcán y bajaba con agua caliente, el otro, menos caudaloso traía agua fría. Qué gozada!!! Maravillas de la naturaleza. Para rematar la experiencia nos encontramos de regreso con un oso perezoso colgado de un árbol. Oooohhh!
Ese mismo día, Marce nos tenia guardad una sorpresa. Nos llevó a un lugar donde había cientos de iguanas de todos los tamaños. Los niños se acercaban y jugaban con ellas, les daban de comer, mientras ellas, absortas del peligro, cruzaban la carretera y hacían parar a cualquier vehículo que pasase.

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