Parque Nacional Aconcagua





Amanece soleado pero con algo de viento. Dejamos en el camping todo lo que no necesitaremos; es necesario liberarnos de carga. Sobre las 10:45h ¡¡¡Comenzamos el ascenso!!! Nos despedimos de Alex (hasta pronto). Nos esperan 5km de carretera hasta llegar a la entrada del Parque Nacional Aconcagua, intentamos hacer autostop, pero somo 4 y nadie para. Demoramos una hora para llegar hasta allí con un viento helado que ya nos avisa lo que arriba nos podemos encontrar. Hacemos el check-in y empieza la ruta.































Delante, al fondo, se ve a en la lejanía un pico nevado; creíamos que ese era el Aconcagua, pero resultó mas lejano aún.













Tras 3 horas y media de ascenso, disfrutando de los paisajes, haciendo fotos y obligandonos a parar cada 40 minutos para hidratarnos llegamos a Confluencias (3.400 msnm). Rodeados de enormes montañas en plena cordillera de los Andes, un numeroso grupo de pajarillos nos dan la bienvenida.




















Hacía mucho frío y nos aconsejaron que asegurásemos bien la carpa con piedras ya que en la noche soplaban vientos de 70-80 km/h. A partir de este momento la "orden" que mas se oiría sería: "HIDRATENSE". Es imprescindible para no sufrir mal de alturas el beber un mínimo de 5 litros de agua diarios y a ser posible caliente, o sea, que el mate nos vino genial.







Cenamos refugiados en la carpa de Sebas y Noelia y prontito a la cama. Luis se despertó a las pocas horas con una necesidad imperiosa de mear (esos cinco litros de agua tenían que salir de algún modo, jejeje) y aprovecho para dar un paseo nocturno para ver un cielo increíble.
""Crece en mi un sentimiento de unión, de comunión con la existencia. Miro al cielo y me siento chiquito y a la vez agradecido de formar parte de este todo tan bello y perfecto""
Amanecemos con los sacos y el aislante mojados, pero nosotros secos. No ha sido una buena noche. Mucho viento. Tranquilamente, muy tranquilamente nos levantamos, hacemos un té calentito y despertamos a los chicos. Entramos en su carpa y después de calentar otra vez agua nos tomamos unos mates antes de empezar el ascenso a Plz. Francia.























Salimos tarde, un guarda-parques nos avisa que no nos dará tiempo a llegar y volver, así que decidimos subir solo hasta el mirador del Aconcagua. Nos costó mucho empezar a caminar y parábamos cada 10' hasta que Noelia tiró del carro y nos espabilamos. Tras 4 horas de ascenso llegamos al mirador (4.200msnm). Enfrente se alza magestuosamente a 6.962 msnm el pico del Aconcagua, como un gigante cubierto de nieve y nubes. Su cumbre no se parecía. Tras 5 minutos regresamos, el viento nos corta la piel y el aliento y el hambre hace mella. Tenemos que buscar un rincón donde poder comer algo (sopa de sobre y una lata de atún).

















El regreso se hace sencillo, aprovechamos la inercia y en 1 hora y media regresamos a Confluencias. Nos hidratamos bien y volvemos a comer (ahora un puré de papas y unas salchichas) y a descansar.


Volvemos a despertarnos mojados. Esta vez es Sebas quien nos trae a la carpa un té de gengibre bien calentito. Desayunamos tranquilamente y emprendemos el regreso a Puente del Inca.

El descenso es sencillo, la inercia nos ayuda. Nos cruzamos con gente que sube y no puedo evitar pensar en lo duro que fue y que posiblemente nunca mas lo vuelva a hacer.

Por fin llegamos a Valle Horcones. Vislumbramos a lo lejos el lago rodeado de pasto y alli nos dejamos caer a descansar.

Realizamos el check-out; fin de la experiencia de Aconcagua. Ahora queda llegar al camping de Puente del Inca. Se hace duro.

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