La Paz

A 3.650 msnm, se encuentra al borde del Altiplano rodeada de montañas e increíbles paisajes. Es la sede del gobierno de Bolivia y probablemente es la ciudad latinoamericana que mas contraste presenta entre lo occidental y lo andino, entre lo ancestral y lo postmoderno. Tiene diversos mercados de artesanía, el famoso mercado de brujas, el renombrado Valle de la Luna y una cultura viva presente en todas las calles de la ciudad.

Despertamos con el ajetreo del bus y la luz del sol colándose entre las cortinas, estamos en El Alto, la ciudad mas joven de Bolivia, como un barrio en lo alto de la montaña donde la gente se ha ido asentando al no quedar espacio físico en “la olla” de La Paz.

Llegamos con Pilar a la terminal terrestre, tomamos un desayuno y nos dirigimos al barrio del mercado las Brujas, allí nos instaláremos en el hostel Cactus (barato y cutre).

Paseamos por el barrio entre el bullicio de los coches y la gente. Esta lleno de artesanos, tienditas esotéricas que venden ofrendas a la Pachamama (como fetos de llamas y preparados mágicos), olores intensos a inciensos, ancianos adivinando el futuro con hojas de coca…

Calle arriba, calle abajo nos deslumbra la ciudad, encontramos puestos que venden San Pedro listo para consumir, tiendas en las que fabrican instrumentos musicales y por fin!!! Un sitio donde venden guias Lonely Planet!!!! Extrañamente el gerente es un tipo de Austria que ha aprendido perfectamente las técnicas del regateo.







La Paz no duerme y esa noche fuimos a cenar a un cubano después de un paseo en bus por la ciudad que saturaba la vista con tanto color y puestos de ropas, comidas o cualquier cosa y el oído con un trafico carente de normas….la preferencia es para el que más pita.




Quedamos con Pilar y unos nuevos amigos para subir al mirador del Alto a ver caer el sol. Es increíble como la tiempo que va anocheciendo en “la olla” se van encendiendo las lucecitas poco a poco hasta que se ilumina toda la ciudad.




En La Paz encontramos la versión madura de los niños limpiabotas que lejos del sentimiento de pena se acercaba mas al miedo por sus rostros cubiertos.


Tras dos días buscando una guitarra barata conseguimos una por 300 bolivianos (30€) y lo celebramos con una bonita y soleada escursión al Valle de la Luna. Éste se encuentra a unos 10 kilómetros del centro de la ciudad, es una sección donde la erosión ha consumido la parte superior de una montaña. El suelo no es sólido, es arcilla en vez de roca y con el transcurso de los siglos los elementos han creado una obra de arte algo diferente. Es como un desierto de estalagmitas.





Esa noche fuimos a cenar a un marroquí que nos recomendó un artesano en la calle justo después de ofrecernos su artesanía o cualquier otra cosa que pudieras imaginar. La comida nos dio un respiro a tanta sopa boliviana y el ambiente aun más, con unos personajes ebrios que le daban un aire bohemio con su música en directo, algo cutre pero divertida.

Amanecimos con la obsesión de cambiarnos de hostel, habíamos visto el hostel de Ana (la mejicana con la que fuimos la mirador) y aunque era más caro, la comodidad y limpieza nos sedujo. Limpiaban los aseos cada hora!!!!! Pasamos tres días descansando en este oasis dentro de Bolivia.

Aquí conocimos a Tom y Angie, unos australianos la mar de simpáticos, un tanto viciosos que nos llevaron al lado oscuro. Esa noche salimos de fiesta, la primera vez en dos meses de viaje. Un bar cutre con posters de Bob Marley, música versionada en directo y algún que otro borracho baboso boliviano (para más información pregúntenle a Escarlata, jeje)

Al días siguiente rehicimos las mochilas y salimos hacia Coroico buscando la tranquilidad de un pueblo en medio de la selva.



1 comentario:

  1. Escarlata,parece como si fueras una experta guitarrista...preparada para dar conciertos de media noche.
    Los puestos de fruta son sorprendentes por su variedad y colorido. Las papayas son enormes y deben de estar riquisimas dejadas madurar en el arbol. Recuerdo que en Canarias tambien se daban bien.
    El Valle de la Luna me recuerda a un paisaje en Murcia con todo el suelo de margas y que la erosion ha ido modelando dando un aspecto desertico lunar. No se si habra nidos de arañas con tapadera ahi pero en Murcia si que hay con el operculo en forma de lagrima y tambien superpuesto.
    La olla de la Paz esta que se sale por los bordes, es impresionante!.
    No es por asustaros, pero en los barros suelen vivir bacterias y algunos parasitos amen de que pueden producir alergias severas.....evidentemente no se trata de esos barros porque os veo fenomenal.
    Un abrazo para los dos de Jesus

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