Otavalo


Esta pequeña ciudad de 26.000 habitantes, es famosa por la hospitalidad de la gente y el mercado de los sábados, que se remonta a los tiempos preincaicos, cuando se transportaban productos de la selva de las tierras bajas orientales para intercambiarlos por artículos de la zona montañosa. Hoy en día está enfocado a los turistas que se aglomeran los sábados por la mañana a gastar todo el dinero que pueden.


Llegamos a Otavalo y encontramos un hospedaje rápidamente. Descansamos y cuando fuimos a buscar el dinero….Fuck!!!! Nos han robado los pasaportes, la tarjeta de crédito y 180$!!!!!

Nos habían dicho que en Ecuador era experto en el robo al despiste y así fue. Pusimos la denuncia, cancelamos la tarjeta y nos repusimos tan rápido como pudimos.

Nos vino a la memoria una frase de un ecuatoriano que conocimos: “Si no te roban en Ecuador es como si no hubieses venido”, que cierto es, a partir de aquí encontraríamos a múltiples viajeros que habían sufrido robos también, uno incluso le robaron 4.000 dólares (no preguntes para que los llevaba encima, nosotros tampoco lo entendemos)

En fin, ¿Qué puedes esperar de un país que su capital se llama “QUITO”?.

Era viernes y hasta el lunes no podíamos ir al Consulado para pedir otros pasaportes, así que intentamos disfrutar de Otavalo.








Paseamos por sus mercados, compramos poco, evidentemente, y degustamos un chancho al horno que se deshacía en la boca como mantequilla. Mmmm!!!




El domingo salimos dirección a Malchinguí, donde se ubica la comuna Rhiannon….

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