Costa Rica Pura Vida

Isla Ometepe y los volcanes Madera y Concepción.


Dentro del lago Cocibolca se encuentra una isla que es la más grande situada dentro de un lago en el mundo. La isla está formada por dos volcanes activos: el Madera y el Concepción.
Su nombre se debe al idioma Azteca que significa Ome=Dos e Tepelth=colinas debido a las montañas formadas por los dos volcanes que determinan la característica forma similar a un 8. Su superficie es alrededor de 270 kilómetros cuadrados y en la isla viven más o menos 35.000 personas, la mayoría se dedican a la agricultura, en particular en el cultivo del plátano y al turismo.
Llegamos a Rivas, un pueblito desde donde salen ferris y barcas hacia Ometepe, y agarramos un taxi que nos lleva hasta el muelle. Sin darnos apenas cuenta nos vemos arriba de una barcaza que transporta pasajeros junto a motocicletas y víveres.
Nos sentamos en el suelo de la borda sobre nuestras mochilas y  justo cuando terminábamos de acomodarnos el barco partió.
El trayecto duró como una hora. Una preciosa vista de la isla y cómo cada vez se hacían más grandes los volcanes nos ameniza el viaje.
Desembarcamos en Moyogalpa, un pueblito pequeño y poco turístico, ubicado en la falda del volcán Concepción. Pasamos la noche allí, no teníamos más ganas de autobuses.
A la mañana siguiente, temprano, agarramos un bus hacía Mérida, otro pueblito al otro lado del istmo que une los dos volcanes; son casi 4 horas de viaje y tuvimos que cambiar de autobús  donde aprovechamos para tomar el desayuno típico nicaragüense: El GalloPinto (arroz, frijoles, huevos y plátano frito) llamado así por el color parecido al plumaje de un gallo.
Llegamos a Mérida y nos bajamos del bus en la boca del camino que conduce a Hostel Caballitos Mar. Regentado por Fernando un español asentado en la isla con muy buenas relaciones con los locales. Resulta que Fer tiene medio apadrinados a dos niños vecinos y nos invita a acompañarlos al Ojo de Agua, una piscina natural, junto con los sobrinos e hijos de Adelita, la cocinera del hostel y después a cenar pizza. Nosotros aceptamos  inmediatamente. Justo antes de salir nos comemos un sándwich de queso manchego, aceite de oliva y tomate, Mmmmmm!!!
Lo pasamos genial con los niños; aunque en un principio Fernando les había dicho que éramos inspectores de comportamiento y estábamos para vigilar si se portaban bien o no, por lo que estaban un poco cohibidos, cuando paso un rato y nos metimos en el agua empezamos a jugar y disfrutamos de lo lindo. Una de las niñas nos enseñó una poesia que les hacen aprender en la escuela.

"Soy de Ometepe la isla afamada 
donde se goza sin plata y sin nada.
Yo me deleito bailando en la arena
con mi morena disipo las penas.
Monto a caballo con su aprejo
y yo lo concho con cualquier rejo
y como no soy tan pendejo
lo monto a puro pellejo."

Después fuimos a cenar unas pizzas y volvimos al hostel sobre las 8.
Allí conocimos a otros españoles que después de una interesante conversación sobre el Hombre y Dios decidimos hacer un tour a la desembocadura de un rio cercano. Empezó a llover a raudales y nos fuimos a dormir.
Amanezco con la idea de que no nos queda plata, miro el monedero y en efecto, si hacemos el tour no comemos. Así que después de desayunar una piña y dos bananos que compramos el día anterior le decimos a Fer que no podemos hacer el tour y que tenemos que marcharnos. Ya está bien de pedir dinero!!!!
Pasamos ese día en la isla de regreso hacia Costa Rica, aunque aun haríamos una parada en San Juan del Sur de nuevo para no darnos una paliza de viaje de vuelta.

Granada, la Gran Sultana de Nicaragua.


Granada es una de las más importantes ciudad de Nicaragua en tamaño después de Managua, pero es la primera ciudad de interés histórico y de importancia turística. Se le llama La Gran Sultana, por su volcán, antiguamente conocido como El Sultán.
Se encuentra a sólo 40 km al sur de Managua, a 90 km de la frontera con Costa Rica y a 50 km de las playas más bellas del Océano Pacífico. Se le considera como una de las ciudades coloniales más bellas de América Central.
Bajamos del autobús que nos lleva hasta granada. Nos ha dejado justo en medio del mercado. Entre el alboroto de turistas bajando y descargando las mochilas del techo del bus conocemos a Alberto y Manu, dos mallorquines. Salimos juntos en busca de hostel y nos quedamos en el primero que encontramos. Compartimos habitación con ellos dos y dos danesas que no hablaban nada español.
Salimos a pasear por la ciudad. Recorremos la calle principal, una calle peatonal llamada “La Calzada” donde se ubica la mayor parte de los bares y restaurantes de la ciudad, que empieza en el parque central y desemboca en el lago Cocibolca.
Nos sentamos en una terraza a tomar una Toña, cerveza nacional y conversar con Alberto y Manu sobre su experiencia en Nicaragua y nuestro viaje. Durante las dos horas que allí estuvimos pasaron innumerables personas ofreciendo chicles y tabaco y pidiendo limosna.
Decidimos salir de este lugar buscando algún sitio para cenar no tan céntrico y más económico. Después de dos vueltas y preguntar a varios locales encontramos  un local donde ofrecían comida típica nicaragüense. Tenían velas encendidas en las mesas y no era por crear ambiente, no, si no porque no tenían luz. La comida estuvo deliciosa aunque algo picante para Escarlata.
Volvimos al hotel y nos despedimos de los mallorquines, ellos salían a la mañana siguiente hacia Honduras de vuelta a su trabajo.
Al día siguiente decidimos visitar un pueblito cercano llamado Masaya. Nos han dicho que es la cuna de la artesanía en Nicaragua pero tan solo encontramos algunas hamacas de nuestro agrado, el resto camisetas, machetes y abalorios que solo nos llaman la atención por su colorido. Decidimos comer en el comedor de un mercado y volver a Granada. La estación de autobuses es un descampado donde reina el caos con buses por todos lados. Para saber cual tienes que coger tienes que buscarlo uno a uno o preguntar y con suerte lo encuentras.
Por cierto, fijaros en las fotos, los autobuses son los escolares que se retiran en EEUU que fueron cedidos a Nicaragua.
Mañana salimos hacia Ometepe.


San Juan del Sur


Tras celebrar el triunfo mundialista con pollo frito y algunos rones salimos hacia la frontera con Nicaragua para disfrutar allí nuestros últimos días y dólares.


Hacemos cuentas y Nicaragua será el noveno país que pisamos en esta aventura.

Llegamos a la frontera. Son 200 metros de tierra de nadie, de autentico caos. Locales se acercan ofreciéndote ayuda con el papeleo esperando luego una propina, otros te ofrecen cambio de moneda pero nosotros seguimos sin aceptar ningún servicio; nuestra experiencia nos dice que es mejor cambiar en bancos y relacionarse lo justo en estos lugares.

Después de pagar 7 dólares por cabeza para poder entrar en Nicaragua buscamos un bus para llegar hasta San Juan del Sur, pero resulta que no hay. Solo directos a Managua. Da la casualidad que hoy es 19 de Julio, Día Conmemorativo de la Revolución Nicaragüense. Chico que casualidad!!! La única opción es ir en taxi que nos pide la friolera de 20 dólares, que a estas alturas nos parecen dolores.

Llegamos a San Juan del Sur, un pueblito en el pacifico bañado por una bahía de aguas no muy limpias. Es lugar de surfistas, con casitas bajas pintadas de colores vivos y llena de pulperías, que lejos de ser lo que parece, son simples comedores económicos.

Una curiosidad respecto a Nicaragua, es que existen dos pueblos llamados San Juan; uno San Juan del Norte y otro San Juan del Sur. Lo chocante es que si te fijas en el mapa te das cuenta que San Juan del Sur está al Norte y San Juan del Norte está al Sur. ¡!!Anda!!!!

Nos albergamos en un hostel recomendado por Santi y Luz a unos 50 metros de la playa y salimos a pasear. Tomamos un helado mientras el sol decidía esconderse y mostrarnos su cara más bella con colores ocres, naranjas y amarillos que fascinaba a cualquier transeúnte.

Cumpleaños caribeño y a ritmo de Reggae.



4 de Julio de 2010; Luis cumple 35 añitos y lo celebramos en Puerto Viejo, un pueblito de la costa caribeña del sur de Costa Rica con una tradición reggae muy fuerte. Paseando por las calles se puede apreciar el olor a marihuana que fuman jóvenes y adultos;  y de poco en poco se oían canciones del ídolo jamaicano y rey del reggae. Nos enteramos que antaño llegaron muchos inmigrantes de Jamaica y se instalaron allí. La mayoría de la población es negra y hablan un inglés muy extraño (luego nos enteraríamos que es un dialecto).  
El pueblo es tranquilo, sin calles asfaltadas, pero con muchos gringos. La casualidad nos regaló un encuentro con un bebe de oso perezoso en el tejado de un Dive Center, donde Luis pregunto precios para bucear, pero era demasiado caro, incluso más que en España.
Paseamos por la playa en la que había un lindo sendero bajo la sombra de la selva que llegaba hasta la misma orilla. Disfrutamos de la tranquilidad del lugar, nos bañamos y dibujamos en la arena.
Por la mañana hicimos las mochilas y nos fuimos a coger un bus que nos llevara a Bocas del Toro, en Panamá, pero un local nos avisó que habían movilizaciones sindicales en la frontera y era muy difícil llegar a Almirante. Después de verificar la información decidimos cambiar de destino.


 
Cahuita
A una media hora en bus, en la misma costa caribeña aprecia Cahuita, un pueblito de pescadores muy parecido a Puerto Viejo pero con muchos menos gringos. Los únicos extranjeros eran los que habían llegado allí y enamorados del lugar han montado sus negocios.
Nos instalamos en una pension en la misma orilla del mar de la que era dueña una canadiense que luego resultar estar bastante loca. El lugar era de ensueño. Esa misma tarde descubrimos el Parque Nacional Cahuita, una ruta costera que prometia avistar todo tipo de animales autóctonos, aunque no sería hasta el dia siguiente ya que el parque cerraba en una hora y no nos daba tiempo a nada. Pasamos a dar un vistazo y a bañarnos ya que la entrada era gratuita.
Escarlata pasa una mala noche y caundo me despierto salgo para hacer un tour de snorkel de dos horas con el tiempo justo para volver a ver las semifinales del Mundial. España vence a Alemania. Lo vemos en un bar lleno de todos los alemanes que vivian en el pueblo; el único que saltó con el gol de Pujol fue un italiano que vendía pizzas que lo único que buscaba era enfadar a una alemana con la que no se llevaba muy bien, que por cierto también vendia pizzas…(saquen conclusiones).
Nuestro ultimo dia lo dedicamos por completo al Parque Nacional de Cahuita. Es precioso; un sendero pegado al mar, debajo de una vegetación exuberante. El paseo lo acompañan los sonidos de pajaros  y ranas que no alcanzamos a ver, los aullidos de los monos  y el movimiento de las ramas, hojas y frutos que los monos cariblancas dejan caer a su paso.
En cuestión de fauna vimos Osos Perezosos, Monos Aulladores, Monos Cariblancas, Mapaches, Garzas, Iguanas, Basiliscos, Arañas y múltiples lagartijas que se cruzaban en nuestro camino. La flora era impresionante, me remito a las fotos.

Fortuna y el Volcán Arenal.



El volcán Arenal está situado en las provincias de Alajuela y Guanacaste, con una altura de 1.657 msnm. Cumplió su último período en actividad en el año 1968, el día 29 de julio a las 7.30. Desde esa fecha emite en forma constante gases y vapores de agua, con algunas explosiones con emisión de materiales piro clásticos y en ocasiones fuertes retumbos. Por esto y su frecuente actividad, hacen de este volcán el más activo de Costa Rica.
Antes del año 1968, se debatía si el volcán era siquiera uno ya que este nunca había brindado ninguna señal de actividad volcánica. Hasta se le llego a conocer como "Cerro Arenal", pero el 29 de julio de dicho año se dio una explosión que destruyó los pueblos de Tabacón y Pueblo Nuevo, mató unas 87 personas, y creó 3 cráteres.
La suerte nos acompañaba; A Marcela le salió un trabajo para llevar a una “gringa” al Parque Nacional del Volcán Arenal, así que aprovechamos el viaje y nos quedamos tres días por la zona. El único inconveniente era que coincidía el día y la hora con el España-Portugal….
Otra vez!!!??? Sin problemas, lo oímos por la radio y con suerte vemos la segunda parte.
Llegamos justo para ver el “golito” de Villa; desplegamos la bandera que Marce tenia y sacamos a relucir nuestra pasión futbolera. España estaba en cuartos!!!!!
Al día siguiente visitamos una poza donde jugaban y se bañaban los locales. Había una cuerda atada a un árbol que servía para hacer el Tarzán… lo pasamos genial.
Después de esto hicimos un tour guiado de 4 horas al volcán. Fue un poco fiasco; la caminata no fue muy larga, el volcán no erupcionó prácticamente y el guía era un payasete que no nos hacía mucha gracia. Lo mejor, y fue suficiente, fue ver un nido con un bebe colibrí y un grupo de monos aulladores.
A la mañana siguiente fuimos a un puente que unía dos ríos que pasaban junto a la carretera. Uno procedía del volcán y bajaba con agua caliente, el otro, menos caudaloso traía agua fría. Qué gozada!!! Maravillas de la naturaleza. Para rematar la experiencia nos encontramos de regreso con un oso perezoso colgado de un árbol. Oooohhh!
Ese mismo día, Marce nos tenia guardad una sorpresa. Nos llevó a un lugar donde había cientos de iguanas de todos los tamaños. Los niños se acercaban y jugaban con ellas, les daban de comer, mientras ellas, absortas del peligro, cruzaban la carretera y hacían parar a cualquier vehículo que pasase.

Un sueño cumplido....


Desde que era un niño quise conocer Costa Rica. Mi primo Luis, vivía allí y siempre nos contaba historias de cómo era; los animales, la selva, los volcanes, las gentes…. Mi imaginación empezaba a funcionar como una maquina engrasada y las imágenes se grababan a fuego. Cada vez que tuve un desengaño o un fracaso solía desear huir hacia este lugar, pero nunca fue así. Fue como tuvo que ser; el destino final a un viaje de ensueño, de una aventura compartida.
Llegábamos a la frontera y dentro de mi crecía la emoción. Es increíble!!! Por fin estoy aquí 25 años después!!!
Nos pusimos en contacto con Marcela, una buena amiga de la familia que aunque vivió algún tiempo en España recientemente había regresado definitivamente a su país de origen. En realidad no nos conocíamos demasiado, tan solo de coincidir en comidas familiares pero después del tiempo que pasamos con ella fuimos descubriendo a una bellísima persona con un gran corazón y además una buena anfitriona.
Vino a recogernos a la puerta de la catedral de Alajuela y como regalo de bienvenida nos invitó al Hotel Resort Orquideas Inn, un hotel de los que quita el hipo...Inmejorable regalo después de 5 meses viajando por hostels de tres al cuarto y 18.000km de autobuses a nuestras espaldas.
Cuando entramos en la habitación nos pusimos a saltar en la cama como niños con zapatos nuevos y a probar todos los utensilios que allí había. Además tenía un jardín enorme con plantas autóctonas, animales exóticos y muchísimas orquídeas.
Nos llevo a cenar a un mirador y allí planeamos lo que haríamos los próximos días.

Parque Nacional Volcán Poas
El Volcán Poás es uno de los volcanes más espectaculares del país y de extraordinaria belleza escénica. Posee varios tipos de hábitats como el bosque achaparrado, áreas sin vegetación o vegetación escasa, el área de los arrayanes y el bosque nuboso. En este último tipo de bosque, abundan las plantas epífitas como musgos, helechos, bromelias y orquídeas que crecen sobre los troncos de los arboles.
Esta situado sobre la Cordillera Volcánica Central, 37 km al norte de la ciudad de Alajuela y tiene una extensión de 6.506 hectáreas.
Entramos previo pago de 10 dólares por cabeza, con el tiempo justo porque Luis quería ver el España-Chile, partido decisivo para clasificarnos a octavos de final. Pero la belleza del lugar y unas ardillas juguetonas y descaradas hicieron que se nos fuese el santo al cielo y cuando empezaba a llover nos dimos cuenta de la hora.
Corre, corre que llegamos para ver la segunda parte!!!!!

Parque Nacional Volcán Irazú
El Volcán Irazú se encuentra ubicado a 31 km al noreste de la ciudad de Cartago, Costa Rica; y a unos 54 kilómetros de la ciudad de San José. Tiene un área de unas 2.309 hectáreas y el volcán mide unos 3432 msnm, altura máxima del parque.
El volcán tiene cuatro cráteres, 2 principales que son el principal y el cráter Diego de la Haya; y después están los dos secundarios en el área sureste del parque.

Panamá City


La ciudad de Panamá es la capital y mayor ciudad de la República de Panamá. Está localizada a orillas del golfo de Panamá, en el océano Pacífico, al este de la desembocadura del Canal de Panamá. Fue fundada el 15 de agosto de 1519 y actualmente ocupa un área de 275 km2. Cuenta con una población de 1,206,792 habitantes en su área metropolitana total.
La ciudad es el principal centro cultural y económico del país   Cuenta con un clima tropical todo el año, junto a parques naturales y otros atractivos lugares de interés
El crecimiento inmobiliario de la ciudad está en auge, en la ciudad se erigen una gran cantidad de rascacielos. Entre ellos, la torre The Point, con sus más de 240 metros de altura, es hasta el momento el edificio más alto de Iberoamérica y estará entre los 200 más altos del mundo para el año 2010, fecha en la que está prevista su inauguración.




Para seguir con la costumbre, solo pasamos 3 días en esta gran ciudad y no hicimos mas de lo previsto, a lo cual nos ayudo una tormenta que durante los dos últimos días dejó muchísima agua en las calles panameñas.
El primer día saltamos a la calle acompañados de Nacho y Pablo, dos madrileños que habíamos conocido en Kuna Yala, a visitar el Canal de Panamá.

El Canal de Panamá es un canal de navegación que funciona mediante un sistema de esclusas de unos 80 km de largo en el punto más angosto del istmo de Panamá, entre el Mar Caribe y el océano Pacífico. Inaugurado el 15 de agosto de 1914, ha tenido un efecto de amplias proporciones al acortar la distancia y tiempos de comunicación marítima, produciendo adelantos económicos y comerciales durante casi todo el siglo XX.
Los tres complejos de esclusas, de dos vías cada uno, sirven como ascensores de agua que elevan los buques al nivel del lago Gatún, a 26 metros del nivel del mar, para permitir el cruce por la cordillera central, y luego bajarlos al nivel del mar al otro lado del istmo. Para esto se usa aproximadamente 197 millones de litros de agua del lago Gatún que luego se vierten al mar.



























Es cierto, es una maravilla arquitectónica, pero no deja de ser eso, y tras hacer unas fotos y ver como pasaban un par de barcos, la visita empezó a volverse un poco aburrida y decidimos volver  al centro.  

Paseamos por las calles del casco antiguo y por las famosas Bóvedas, un lugar donde se ubican artesanos a vender sus mercancías. Nos atrevimos a montar un mini-puesto sin más fruto que la diversión de sentirnos artesanos por un momento.




















Empezó a llover y ya no pararía.
Pasamos los dos días restantes en el hostel, pero no nos aburríamos. Entre el mundial (allí vimos la primera victoria de España) y la agitada vida que tenían los delincuentes en el barrio pasó muy rápido. Una noche de lluvia, claro, de repente oímos  4 disparos, salimos al balcón y vimos 3 tipos correr y detrás la policía. Ufff!!! Que cague… Luego nos explicaron como hicimos lo típico que hacen los gringos…oir disparos y como unos verdaderos inconscientes salir a ver qué pasa.



















Pusimos punto y final a nuestra visita a Panamá y agarramos un bus directo a San José de Costa Rica. Estaremos allí en 14 horas.

Kuna Yala (San Blas)

Cuando Bruno e Ingrid nos hablaron de lo fácil y barato que era quedarnos en la Isla Chichimé unos días de verdad que no lo pensamos y nos emocionamos muchísimo por poder pasar un par de días más en esa maravilla de lugar. Un par de días porque el dinero no nos daba para más … Teníamos muchas ganas de conocer la forma de vida de los Kunas!!

Kuna Yala es una comarca indígena en Panamá, habitada por la etnia kuna. Antiguamente la comarca se llamaba San Blas. Su capital es El Porvenir. La Comarca de Kuna Yala posee un área de 3,206 km² . Consiste en una franja estrecha de tierra de 373 km de largo en la costa este del Caribe panameño. Un archipiélago de 365 islas rodea la costa, de las cuales 36 están habitadas. Limita al norte con el Mar Caribe, al sur con la provincia de Darién y la comarca Emberá Wounnan, al este con Colombia y al oeste con la provincia de Colón.

La Comarca de Kuna Yala posee una población de 31.557 habitantes (2010). Las casas de los indios Kunas son chozas de bambú o de madera con techo de palmas. Son construidas por toda la comunidad en un par de días. Los baños están situados en una choza especial construida sobre el mar para una evacuación “natural”. Los indios Kuna duermen en hamacas.
La sociedad Kuna es matriarcal, el dinero es asunto de las mujeres. Una familia (siempre monógama) usualmente la integran muchos hijos. Algunos van a la escuela (cada aldea tiene su escuela) otros no desean o viven demasiado lejos de la aldea. La mayoría de las casas tienen un “estacionamiento” especial para el cayuco (dugout), propiedad del hombre. La pesca es de tipo artesanal, utilizando generalmente hilo (sedal) o con redes. Los pescados (pescado ahumado es guardado en caso de días de mal tiempo), culturas interiores (maíz, raíces, piñas, mangos, yuca, etc...), guineo y arroz importado son la base de la alimentación de los indios Kuna. Los cocos, las langostas, los cangrejos gigantes y las molas son la base del comercio Kuna.

LA MOLA: Es una técnica de apliqué/inversa: consiste en apilar 3 o 5 capas de tela de diversos colores, y cortar el contorno en forma de adornos, a partir de la primera capa para mostrar el color de las que están debajo. El corte entonces se dobladilla finalmente. El color de la capa más baja crea el contorno de la imagen. Solo la última capa no es cortada. Las mujeres son las únicas que hacen molas y cosen hasta una edad muy mayor: es muy común ver a viejas abuelas (“mou” in Kuna) todavía cosiendo y dando consejos a las mujeres jóvenes. Sin embargo, las molas más bonitas son hechas por los “omegit” el hombre-mujer, podríamos llamarlo “gay”, pero quien es virtualmente una mujer-viviendo, cosiendo con otras mujeres y no participando de las tareas de los hombres. La excelente película de Anne Marie Canavaggio “Lisa, like her” muestra la vida de Lisa de Rió Sidra, una de “ellas”.



Tras dejar al resto de la tripulación en Cartí, Bruno e Ingrid nos acercaron a la isla habitada que habíamos conocido. Montamos nuestras mochilas en el cayac y Luis las acercó a la orilla. Escarlata y Angélica se acercaron nadando. El velero se alejó suavemente para fondear en un lugar apartado. Se merecían un descanso!!

Por finnnnn!!! Nos sentimos como náufragos, aunque no tiene mucho sentido, porque la isla está habitada, jeje. Pero consideramos que es una oportunidad única en la vida.


En Chichimé viven cuatro familias. El lugar donde desembarcamos es el territorio de una de ellas, la única que recibe turismo. Preguntamos a Humberto, un señor con unos ojos hipnotizantes; si tiene espacio para nosotros y nos responde cabreado que no, que teníamos que haberle avisado antes de llegar. Encendemos nuestro hornillo y nos preparamos una pasta con atún mientras pensamos en otras opciones de alojamiento. Dormir a la intemperie es muy arriesgado, porque cuando llueve lo hace torrencialmente. Así que Escarlata y Angélica se aventuran por la isla para buscar alguna familia que nos de asilo.

Encuentran un asentamiento cercano. Hay dos cabañas y varias mujeres con sus hijos meciéndose vigorosamente en unas hamacas. Un poco vergonzosas les comentan la situación. Sólo una mujer habla español y traduce nuestras palabras a la cabeza de familia. Ésta se queda pensando, y meciéndose exageradamente en su hamaca. Finalmente dice algo en kuna. La traducción fue: vale, pueden quedarse por 30 dólares.

Síi? 30 dólares por persona? Por noche?

No, 30 dólares por tres noches , los tres y con tres comidas al día.



Guauuuuuuu!!! No nos lo podíamos creer. Nos piden que no se lo digamos a nadie, y que si nos preguntan digamos que nos quedamos por 20 dólares cada uno por noche. Esa cantidad es un poco más de lo que cobra Humberto. Sus lazos familiares y su organización interna nos les permite hacerse competencia y Humberto es el que tiene el monopolio con respecto al turismo; con lo que nadie puede saber que ellos nos cobran mucho menos. Qué honrados

Pasamos allí tres noches y dos días viviendo como ellos. Nos alojan en la cocina, donde hay una hoguera donde queman madera de cocotero con una muy buena técnica y donde tienen cuatro cacharros y un poco de pescado ahumado. Ahí cuelgan tres hamacas y nos instalamos.




Toda la familia, alrededor de ocho adultos y dos niños duermen en la otra cabaña un poco más grande. La verdad es que no comen demasiado y nosotros tampoco. El arroz encocado y el pescado es la base de su alimentación, y cuando no pescan hacen sopa con yuca y pescado seco. El primer día comimos arroz y un par de langostas pequeñas, y no hubo cena porque no había habido pesca. Desayunábamos café a secas. Menos mal que habíamos comprado algunas galleticas antes de ir! Pero eso era lo de menos… si ellos pueden nosotros también!



El lugar donde se bañaban era un agujero en el suelo con agua dulce y varios baldes. Ahí lavaban también la ropa. Y para hacer nuestras necesidades íbamos a hacerlas entre los cocoteros (previo agujero)o al mar. Qué guapo!




La verdad es que no tuvimos demasiada suerte con el clima… llovió todos los días, pero tampoco nos importó. Nos quedábamos en nuestra cabaña y la familia se acercaba muy curiosa a observarnos (excepto los niños que no nos querían ni ver) o íbamos al chiringuito de Humberto donde charlábamos con otros turistas. Un día aparecieron dos madrileños y hablamos del mundial (nos enteramos de que España había perdido su primer partido en el Mundial)y otras novedades.



Finalmente la tercera mañana nos despedimos de la familia. Angélica decidió quedarse, el capitán de un velero le ofreció trabajo durante un mes y ella aceptó. Jooo, qué envidia!!! Pero nuestro viaje continúa. Seguimos nuestra ruta por Centroamérica!

Nos montamos en el cayuco a motor de Humberto con los dos madrileños y durante una hora el agua salada nos salpica. A nuestro alrededor van apareciendo pequeñas islas deshabitadas, y más tarde aparecen otras desbordadas de cabañas. Tras ellas entramos por la desembocadura de un río donde la vegetación es muy exuberante y no llevábamos más de 5 min. por el río cuando vemos un caimán que nos fue imposible fotografiar.